La cirrosis es una etapa de cicatrización del hígado causada por muchas enfermedades hepáticas, como hepatitis o alcoholismo crónico. Cada vez que el hígado sufre una lesión, por enfermedad o consumo excesivo de alcohol, intenta repararse a sí mismo. Para ello, forma un tejido de cicatrización. Conforme esta enfermedad avanza, se forman más tejidos de cicatrización y el hígado funciona con dificultad. La cirrosis avanzada puede llegar a ser mortal. Normalmente, el daño causado por esta enfermedad no se puede curar, pero, si la cirrosis hepática se diagnostica pronto y se trata, se puede limitar el avance del daño.
La cirrosis no suele presentar síntomas hasta que las lesiones del hígado son grandes. Cuando sí hay signos, estos pueden ser: fatiga, hemorragias o hematomas que aparecen con facilidad, pérdida de apetito o peso, náuseas, decoloración de la piel, acumulación de líquido en el abdomen, confusión, somnolencia y dificultad en el habla. Las casusas más comunes son abuso de alcohol, hepatitis viral crónica, fibrosis quística, etc. Además, uno de los mayores factores de riesgo es el consumo excesivo de alcohol. Por ello, en E&S Doctors, te recomendamos no consumir demasiado durante estas fiestas
